La poesía,
puede ser un enigma.
Yo misma,
siempre soy un enigma.
Escribo entre metáforas,
sin rastro de sorpresa.
Le escribo al aguacero
que se tragó la vida.
Al infame silencio,
a la piel plateada,
a buitres en acecho
volando sobre el día.
L.G.