Ella solo eso anhelaba
su voz tibia acariciar,
de sus versos indagaba,
timbre vivo de su hablar.
Letras de esos versos eran:
las mudas, ciegas y sordas,
que bailaban son incierto,
sin rozar nunca sus sombras.
Amor, nacido de súbito,
de eternidad despojó.
Ella no alcanzó entenderlos,
esperando a ambos quedó.
De él no sabe nadie nada
ni qué fue lo que pasó.
¿Por qué dejo de esbozar,
aquel \"te quiero\" al amor?
Silvana Ibáñez
18/11/25
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