Cuando por un momento dejo de entendernos, te busco en tus palabras, en lo que fuimos desde el comienzo. Te busco desde el amor, y ahí te encuentro. Y al encontrarte, todo vuelve a tener sentido.
En mí no existe el orgullo, no existe el desinterés. No puedo permitirme perder lo que siento ni dudar de lo que es tan verdadero. Te amo, y aunque ya lo dije mil veces, ninguna palabra me alcanza; por eso te amo con todo lo que soy.
Quiero dar cada paso que me acerque a vos. No dudo, camino sobre la realidad, pero siempre salto hacia lo que me lleve a vos. Pienso y no encuentro otro destino. La decisión ya está tomada: quiero todo con vos.
A veces la distancia me desanima, pero no confunde a mi corazón. Sigo sintiendo lo mismo que te confesé aquella vez: siento intensamente, y no me culpo por eso. Te amo tanto. Te quiero tanto. Te elijo tanto.
No sé si entendés lo que significa sentir así… pero, en resumen: te amo.
Elegime como yo te elijo. Amame aunque la duda te tiemble en el pecho, aunque el miedo te haga ruido. Elegime porque me amás, porque nada es imposible, porque este amor es de verdad.
Elegime porque no hay más vidas.
Elegime porque el amor es hermoso.
Elegime porque no hay otra Roma.
Elegime porque yo ya te elegí.