Dulce

Tus manos

 

 

 

Tus dedos largos

los nudillos fuertes

siempre suaves como

una brisa tenue.

 

Tus líneas claras

los montes almohadillados

 las uñas débiles

los planetas indelebles.

 

Daría la vuelta al éter

solo por tomar tu mano

y sentir tu palma efervescente

abrazar el vacío sin luz

anestesiando el motivo

para verte nuevamente.