LOURDES TARRATS

¿QUÉ HEREDAMOS?

 

¿Qué heredamos
de aquellos que se fueron,
los que con humedad en los ojos
y voz de hilo
se despidieron
como sombras que se disuelven
en la curva de un crepúsculo?

Mi alma, con nostalgia,
los recuerda, uno por uno—
los que escribieron con pulso y sombra,
con fiebre y sigilo,
los que bordaron el mundo
para que no se deshilara.

Los poetas…
Neruda, Pessoa, Borges, Vallejo,
Mistral, Lorca, Benedetti,
Juana de Ibarbourou, Alejandra Pizarnik,
Octavio Paz, Alfonsina Storni…
tantos nombres como estrellas
en la noche del lenguaje.

¿Qué nos dejaron?

Sus palabras,
como semillas en la tierra del alma.
Sus versos,
como ríos que aún nos atraviesan.
Sus amores, sus dudas, sus quedas,
sus silencios más elocuentes que el grito.

El arte,
el estremecimiento de una pluma
que no se resigna al olvido.
Nos legaron
horas encendidas,
páginas que aún laten,
la huella de su lucha
y la belleza que no muere.
Ellos, todos…
los que supieron mirar el abismo
y aun así cantaron.

Y yo,
heredera agradecida,
los extraño.
Y con amor y respeto,
los recuerdo.
Y los nombro en mi hondura,
como quien reza con los ojos abiertos
sabiendo que el altar está vacío,
pero aún así siente presencia.

Los poetas mueren, pero su voz sigue moviendo las aguas profundas de quienes aún sabemos escuchar.

—L.T.