Cuando nadie te quiera
Cuando nadie te quiera, tú vendrás nuevamente
por el mismo camino que te vieron partir;
y serás como un árbol cuando pierde la fuente,
que sabiendo de todo, se resiste a morir.
Y así, yendo y viniendo, con total disimulo,
mirarás manantiales donde había dolor;
aunque trates mil cosas, todo obrar será nulo,
no hay placer ni detalle que descifre al amor.
Solo en ese momento, sentirás que la muerte
ya se esparce en las sombras sin pedir tu elección.
Tratarás de evadirla, correrás a esconderte,
pero donde te encuentres morirá el corazón.
Cuando nadie te quiera, será vil la mañana,
ya no habrán visitantes que se asomen por ti:
y tampoco el cenzontle cantará en tu ventana,
ni verás en las flores al jovial colibrí.
Samuel Dixon