Pregúntale la tórtola al canario
si canta sus trinares con ardor;
mirando de tristeza un escenario
a causa de miserias y terror.
Pregunta que si anhela ser templario
que busca con denuedos el fervor;
que trae de la paz el gran breviario
que dicta los principios del amor.
Entonces el canario le contesta,
que no se debe nunca prescindir
de fe, que con afán está dispuesta
a darnos el valor, que hará sentir,
que envueltos de esperanza, y frente enhiesta,
las garras de impiedad podrás destruir.
Autor: Anibal Rodríguez.