El viento va hacia el viento,
vuelve, muere, nace, se escapa.
En el hueco del viento hace eco,
echa a correr y viaja a volar.
Regresa deslizándose en el aire,
va, viene y se nutre de espacio,
rehúye y retorna al viento,
el viento va hacia el mar.
Y los días quedan glorificados,
con furias y nombres alejados.
El viento se enreda en el tiempo
y se sumerge en el mar.
Carga su ira y con más fuerza
potencia su andar.
El viento se escapa al hueco
del eco del viento,
sale huyendo,
viaja a volar.
Hernán J. Moreyra