Marvin Ramirez

El Lamento del Enamorado

Si un día el viento te trae el eco de una guitarra melancólica,

​escucha bien: es mi voz.

​Soy yo, deletreando tu nombre en cada nota.

Soy yo, confesándote que te amo sin palabras.

​La melodía es la misma, la única que conozco,

pues en ella reside el relato inmutable de nuestra historia.

​Es el mismo arpegio que te nombra, el que juega con tu cabello como una brisa, el que se desliza para acariciar tu piel,

buscando tan solo robarte un suspiro.

​Es el canto fiel de un corazón eternamente enamorado.