Ahí estaba ella
pensando en lo que era
y lo que dejó de ser...
Mirando el techo,
buscando respuestas
mientras un coro de ronquidos
acompaña a la noche de los por qué?...
Cierra los ojos masticando la angustia
de la realidad que la golpea
haciéndola dudar hasta de su propio ser...
Quiere salir corriendo lejos,
liberar con un grito su carga,
buscar un poco de aire fresco,
azotando puertas sin miedos
sin culpas, sin ahogarse en lágrimas.
Cuando decide y planea todo
junto al insomnio como testigo
llega la mañana, la rutina,
y todo vuelve a atrás...
Aparecen esas dulces cadenas
con voces pequeñas
que la sostienen, la curan y la hacen
echar raíces sin querer...
Todo se reinicia
sacando fuerzas de dónde sea
respirando profundo y una vez más
volviendo a empezar
con una sonrisa, un beso y
esa entereza de mujer que la hacen
tan especial....
ESMERALDA