Gracias, Señor
Gracias, Señor, por mi familia,
por mis hijos y por cada ser que has puesto en mi camino.
Gracias por su vida, por su salud,
por el amor que nos une
y por la fuerza que nos sostiene cada día.
Gracias, Señor, por todo lo que me das.
Por iluminar mi rostro
y hacerme sensible al dolor ajeno.
Gracias por encaminar mis pasos hacia el necesitado,
y cuando no tengo pan para ofrecer,
permitir que mis palabras alimenten su espíritu.
Gracias por convertir mi voz
en bálsamo para quien sufre,
por la abundancia de tu amor
y por la gracia de compartirlo.
Gracias, Señor,
por tanto,
por siempre.
Lilia Molina Fernández
#poetadeliciense