__La caracola tímida__
Encontré una caracola
que hablaba con timidez,
decía que en su garganta
vivía un atardecer.
Si pegaba bien la oreja,
se escuchaba su canción:
una nana de sirenas
y gaviotas al rincón.
Le pregunté si era triste,
me dijo con discreción:
no hay tristeza en los silencios,
solo espera y corazón.