Una casita en un claro,
y un río limpio...
para mi vista es un regalo...
Una veleta al viento,
le aporta la belleza a su tejado...
así como lo cuento...
Del cielo lavado,
millones de luxes van cayendo,
y florece el sosiego...
Dios con la palma de su mano,
sujeta todo esto,
y con mi canto florido le alabo...