Hay algo en este número que me atrae,
una forma serena, un pulso acelerado,
quizás porque en él mi memoria se cae
a un instante pequeño, perdido, sagrado.
Tiene un compás que al amor se asemeja,
ni sobra, ni falta, ni hiere, ni abruma,
guarda un misterio que el alma despeja,
cuando la noche respira en la bruma.
No sé qué destino lo traza en mis días,
ni por qué al pensarlo me nace un temblor,
tal vez porque en cuatro se ocultan mis vías,
y en su geometría descansa el amor.