Eres tú la dueña de cada uno de mis versos
pues con tus palabras certeras describes el camino
en el que mis dedos escriben las palabras
contra las orillas del secreto.
Algunas, vacías quedan en el aire, otras te las digo en tercetos.
Porque si no te has dado cuenta,
Cuando con todos soy silencio,
tú resuenas en mis más grandes poemas,
pues incluso hasta cuando te pienso,
tú eres mi soneto.