Ansia en hipótesis de primavera,
que, en fórmula, aparece recreada;
poderosa, deduce y asocia, descargando
la eternidad en fosforescencia súbita.
Hay más que lo que la percepción destella:
el átomo afectivo vibra en secreto,
oscilando en escala de astro confinado
bajo su manifiesto de energía latente.
Surge y se ensaya luz ultravioleta,
que al cátodo reintegra cuando el olvido cae.
Su postura es saber: metal ámbar
cuyo despecho emite pérdida en fuga,
pasando de onda infiel a onda crepuscular,
al poseer la trayectoria de un eje solitario.
© 2025 Ivette Urroz.
Ivette Mendoza Fajardo