Silvana Ibáñez

Inmanente

Amiga, ayúdame con el tiempo,
es lo más sagrado que tengo
y no pretendo regalarlo,
menos que menos perderlo.

 

Quiero mío cada segundo…

 

Ayúdame con el silencio,
el bello silencio en compañía;
no lo cubras con desmanes
burdos, superfluos y toscos.

 

Amo mis silencios, los necesito…

 

Qué triste vida profesan,
chismes e historias ajenas.

 

Dices: “Que en la vida de fulana hubo un hombre.”

Un saltamontes raro vi esta mañana.

Susurras: “Que Sultana no pagó tal deuda.”

Sabes, que el viento hoy besó mi cara.

Comentas: “Menganita tiene un vestido nuevo.”

Mi cuerpo duerme sin ropa, a nada estoy atada.

Anuncias: “Merengano…”

 

¡Espera, espera amiga!
Disculpa, ¡no me interesa!
Por respeto te escucho,
pero por lo mismo te pido:

 

Déjame
en mi fantástico mundo inmanente,
desde donde, sin más,
por estar a mi lado he de quererte.

 

En mis tiempos…
En mis silencios…

Silvana Ibáñez
17/08/25

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