Ely.M.

Más olvido que polvo

Vine aquí a llorar,
a manchar de blanco las mejillas,
a hacerlo como tantas veces para descansar. 
Se me enredan tantas cosas en la garganta

que me quedo sin palabras. 
Y en vez de palabras salen lágrimas.
Lágrimas que desde hace mucho cargan pesares.
Pesares que se van acumulando como ropa sucia,
como alfileres que sujetan al corazón

para que no se deshaga
para que se mantenga unido un poquito más.
Aunque se desborde a veces por lo ojos.
Esos ojos que todo ven y a veces quisieran no ver,

no demostrar y llorar.
Que quisieran secarse como arroyo, como desierto.
Que abundara el polvo y el olvido.
Y más olvido que polvo.
Pero ¿Cómo olvido, cómo borro?
No se vuelve al ayer ni siquiera un segundo. 
¡Y un segundo no sería suficiente! 
Suficiente sería volver a nacer

y todavía lo dudaría.
Y lo dudaría porque no todo ha sido malo.
Y si fue malo quizás así debió ser.
Porque de otra forma no estaría aquí llorando.
Llorando otra vez para descansar.