Corazón de altos vuelos
que lates inseguro,
apasionado, ingobernable.
Te habla la intuición,
te ata la razón,
todo lo sabes,
todo lo comprendes,
buscaban tu suicidio,
sangre poco corriente,
y bombeas más fuerte.
Se repitió la infancia.
La promiscuidad,
con un temblor seco
se rodea de peones
que perdieron este juego,
insignificante azar,
y difamaron tu vida sesgada.
Ahora, nadie te puede parar,
hallareis mujeres idóneas,
sin hastío ni temblores
al oler vuestro fétido aliento.