Mi mamá fue como un papagayo
que se eleva luchando con el viento
para mantenernos siempre a su lado
juguetones, entusiastas y contentos.
Despues de cumplir con sus labores
mamá jugaba juegos divertidos
con aquellos papagayos de colores
diversión preferida de sus hijos.
Mi madre con el paso del tiempo
cortó el hilo que nos tenía a su lado
para que enfrentemos el viento
como hacen los papagayos.
Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela.