Vives en mí, tatuado en el pecho,
mi alma susurra tu nombre en el viento.
Miro el cielo... y entre estrellas te veo,
cierro los ojos, en mis sueños te encuentro.
En cada canción de amor, te siento,
en cada rincón del alma... te espero,
tu voz se esconde entre mis recuerdos,
tu sombra baila con mis desvelos.
Tu ausencia me quema, me hiere por dentro,
me ahoga el silencio, me roba el aliento.
Y aunque el tiempo pase lento y frío,
no dejo de amarte, ni un solo suspiro.
Sufro al no tenerte, te necesito aquí,
hasta la soledad se ha hecho amiga de mí.
El llanto, cansado, se apiadó al fin,
y en cada lágrima... te vuelvo a sentir.
Derechos reservados 14/11/2025
Henry Pumacayo