Odio esto.
Andar por la calle y que me miren.
Dormirme llorando y estar cansada de todo.
Quiero vivir feliz un momento.
Ahora todo es tan cansado, que hasta respirar duele.
Los de mi alrededor no escuchan lo que digo, pero no voy a gritar si no quieren escuchar.
Nada de lo que hago es suficiente.
Quizá, yo no sea suficiente.
Karen Vidal.