Mi Hiartaa,
desde que te cruzaste en mi vida dejaste una huella
que arde, que vibra,
que me recorre como un secreto hermoso que solo nosotros entendemos.
Contigo aprendí que el amor puede ser ternura…
pero también puede ser ese fuego lento
que enciende la piel y el alma al mismo tiempo.
Ese fuego que tú despiertas en mí con una mirada,
con una palabra,
con solo pronunciar tu nombre.
Admiro tu mente, tu fuerza, tu crecimiento…
pero también esa energía tuya que me atrae,
que me envuelve,
que me hace sentir vivo.
Eres mi temuulel
que me atraviesa cuando estás cerca,
y un khusel suave
que se queda conmigo cuando estás lejos.
Contigo, Уяанга, mi Hiartaa,
mi corazón shataj baina,
pero es un ardor dulce, íntimo,
como si nuestras almas se buscaran aun sin tocarse.
Tu presencia dejó una marca eterna en mí,
una mezcla de amor incondicional
y deseo que respira entre líneas,
que vive en mis pensamientos,
que se enciende cada vez que te recuerdo.
Баярлалаа, minii saihan hair
por tu luz, por tu fuego,
por enseñarme que amar también es arder suavemente
por dentro y por fuera…
y por existir en mí,
de la forma más profunda, más dulce, y más pasional… para siempre.