Te amo porque el otoño se presenta
rápido en tu ser y cada hoja de vos
cae como plena vivencia.
Te amo porque hay inocencia de árbol,
que despliega su imponencia en la
misma adversidad,
sonríe al mundo y cautiva estaciones.
Te amo porque incorpórea sobre el viento
te vi nacer, crecer sin esa cáscara dura, resquebrajada.
Porque de la nada floreció tu risa,
como retoño de primavera; tu mirada
tierna prendió la brisa del corazón.
Te amo porque en el sol y el viento
arrullas tus ramas, sos eco y silencio
como todo árbol; sos raíz y fruto,
pies de raigambre y cabeza con flores.
Sinsabores controlados por el viento,
magia donde comienza el nacimiento.
Te amo, suave madera, sé de tu savia,
tu esencia y natural ciencia.
Porque de tu corteza que gasta el viento,
nace la fuerza del sentimiento, buena madera,
muy buen consuelo, que el viento deja.
Te amo, árbol, soy tu viento y vos mi querencia.
Jaher