AGONÍA
Cuando trato de evadir la suerte mía,
y al creer que he conseguido tal afán,
lo que logro es extender más mi agonía,
pues a su cauce siempre vuelve mi pesar.
Me enderezo hablándome a mí misma,
aunque me siga inundando la tristeza,
para no enredarme en la mentira
de convencerme que es inútil la existencia.
Si la magia de este día se me olvida
y lo pierdo al deslizarse entre mis dedos,
este tiempo tan precioso de mi vida
temo no construya mi aurora de recuerdos.
La nube negra que suele perseguirme
y tiende a arruinarme los momentos,
no la dejaré que vuelva a invadirme,
arruinando con su hiel mis pensamientos.
Elise Beher ©®