Flor del loto

Promesas sin calendario

 

 

No es año nuevo, ni fin de nada,

es sólo un día más, de alma cansada.

La vida empuja, la mente exige,

y el cuerpo calla… pero el alma rige.

 

No necesito un calendario para empezar,

sólo un suspiro para recordar

que aún puedo parar, mirar despacio,

y abrazar mi caos sin prefacio.

 

¿Quién dijo que debía mejorar,

si estar vivo ya es tanto que dar?

Hoy prometo ser más blando conmigo,

dejar que el dolor camine conmigo.

 

Prometo soltar la idea de vencer,

porque a veces vivir es perder.

Y en esa rendición, tan humana y pequeña,

nace la paz, sin meta, sin seña.

 

Quito otra capa de perfección,

para tocar mi propia contradicción.

Y ahí —en lo roto, lo incierto, lo débil

encuentro la verdad más fértil No hay año nuevo, ni vieja promesa,

solo este instante, y su simple belleza.

Hoy me comprometo, sin calendario a vivir