Cuando la soledad se expande
se encoje el corazón.
Cuando el vacío abruma
el alma se achica.
La ausencia de la luz acorta el espíritu
Oh! Que pena del hombre cuyas hojas
no alcanzan la luz
cuya alma se comprime en el fardo
pesado del dolor.
Cuando un torrente de soledad ahoga
su espíritu y la luz, se escurre entre
los dedos y se pierde en cada lagrima.
Y un frio agigantado se apodera de cada
céntimetro de la piel.
El alma gime como un niño perdido
Queriendo morir o buscando la salvación.
Es en esa bruma donde solo puede salvar el amor.