Lo dulce corre en las venas
como una corriente altiva
que vive ya de por vida
con flujo que siempre alterna.
Quien lee no sé qué piensa
tampoco, qué se imagina,
con lo que en versos se explica
en fibras de este poema.
Lo dulce parece bueno,
lo bueno parece dulce.
Depende (y ahora pienso),
que cuando mucho no tuve
vivía en otro universo
con otro tipo de lumbre...