Jose Hugo Rubio River

¿QUE ES LA JUSTICIA?

¿Qué es la justicia?

Una vez me dijeron “hola”,  

dos veces me dijeron “adiós”.  

Cuando dije “te quiero”,  

quise decir “no”.  

Cuando dije “no”,  

quise decir “te quiero”.  

Y así fue pasando el tiempo,  

y así fui pasando yo.

Viejo se hizo el tiempo,  

joven me hice yo.  

Viejos mis cabellos,  

nuevo mi corazón quedó.  

Anduve caminos de todos,  

pero los caminos y yo  

dejamos de vernos  

cuando todo cambió.

Y después pasó…  

que entre caminos y tiempos viejos,  

a mí la muerte me llegó:  

el recuerdo de un viejo joven  

que solo los tiempos recorrió.

Era aquel un viejo  

que con todos se peleó,  

que anduvo de romero  

sin pueblo ni nación,  

sin abuelo que ganara una batalla.

¿Recuerdan, payasos?  

¿Poetas del infierno?  

¿Recuerdan al loco viejo  

del que les hablo yo?  

El de la risa fina  

y el noble corazón.  

¿Dioses, señores de gleba,  

ya se les olvidó?

¡Ah, sí!  

Ahora recuerdo…  

¡Silencio de nuevo!  

El mismo silencio  

cuando aquel hombre cantó.

¡Pues yo les haré recordar!

Hablo de aquel que gritó:  

“¿Qué es la justicia?  

¡¿Qué es la justicia?!  

¡Basta de reíros, ya no rían más!”

De aquel a quien respondían con carcajadas,  

el cantante de la vida y de la muerte,  

que de la muerte regresó  

y de los infiernos se escapó.

Sí, de ese mismo:  

semejante al caballero andante,  

revolucionario de los manchegos,  

el que con todos luchó.

Seguí andando, es cierto,  

más por ventanas que por puertas.  

Pero esta vez mi ser  

trató de ser lo que no era yo.  

Decidí no reír,  

tratar de elevar mi voz  

y gritaros que se callen,  

que no sigan con las mismas pantomimas  

de risas sin valor.

¿Entendéis ahora,  

dioses de los dioses,  

creadores de cuentos,  

gobernantes y presidentes de pueblos?  

¿Entendéis lo que este hombre preguntó?

El recuerdo de aquel hombre  

¡a mi alma revivió!  

Y sus dudas en mi corazón dejó.

Pues ahora os pregunto yo:  

¿Dónde está la justicia?  

¿Dónde se quedó?

¡Dejemos de vivir sin vida!  

¡Empecemos a luchar por conseguirla!  

Pueblos estancados en los mismos cuentos,  

¡es hora de despertar de ellos!

¡Despertad a los dioses dormidos!  

¡Y que no duerma nadie!  

¡Que nadie guarde silencio!  

¡Pidamos la palabra!

¡Nadie ría!  

¡Nadie ría más!

 

 

Nueva York 2015

JHRR