Hay fantasmas en la inmensidad de la noche,
que husmean y se extienden a secar
bajo el resplandor de la luna...
Gritan silentes,
vociferan enmudecidos y
vuelven del originario viento...
Pasan invisibles,
matan desde lo eterno,
odian y aman al mismo tiempo...
Hay fantasmas en la grandiosidad
de la noche,
perdidos por andar
no saben pór que
vuelan y dudan
dónde ubicar su morada...
También celan por amantes,
golpean desde lo abstracto y
en un pacto
quedan eternos...
Hay fantasmas que se hallan
en la chispa inicial
de la esencia
de la vida;
imaginada
por la vida...
Hernán J. Moreyra