Milene Tello

Despedida incierta

Mis días contigo se perdieron en el infinito,

miré nuestras fotos de aquella madrugada,

esa primera vez que llegué a casa

cuando el reloj marcada las siete de la mañana.

 

Tu voz tan envolvente me hacía desear

quedarme contigo toda la noche,

mi corazón aún quería escucharte cantar,

estar contigo tan solo un ratito más.

 

No nos quedó mucho tiempo,

faltaba poco para que yo me marchara,

los días cada vez se hacían más cortos

y poco a poco, el aciago día se presentó.

 

La despedida se nos hizo extensa,

me abrazaste con la fuerza de alguien

que no quiere soltar,

y me pediste perdón por no ser lo que merezco.

 

Me alejé lentamente,

ambos caminamos unos metros en distintas direcciones,

volteé para verte partir y vaya sorpresa,

tú también me estabas mirando.

 

Alzaste las manos

enviando un beso de despedida como ademán,

repetí tu mismo gesto y al voltear,

inició la incertidumbre de nuestro amor.

 

Un solitario noviembre como hoy,

despierto y siento tu energía puesta en mí,

escucho las canciones que me dejaste,

a pesar de no tenerte cerca, aún te siento aquí.

 

Dentro de mí aún vive la esperanza,

de que quizás mañana se nos diera la oportunidad,

vivir de una pequeña ilusión me hace feliz

aunque el futuro me parezca incierto.