El viento es traicionero,
pues evoca los recuerdos guardados en la distancia,
y trae a mi mente los instantes en los que, casi,
pude tocar tu alma.
Oh, tiempo ingrato que juegas conmigo,
pasas como si nada, prometiendo alivio,
solo para dar tu estocada,
haciéndome evocar lo vivido.
¿Por qué eres así, destino?
Quise amar,
pero no me permitiste tocar lo prohibido.
Quise olvidar,
pero no lo consigo.
¿Por qué juegas conmigo?