Zaico

¿Jaula?

El techo de mi jaula, pintado de cielo,

y el cielo ya no me mira; dice que está enojado.

Dice que yo ya no lo quiero,

pero estoy encerrado, comiendo del suelo mojado.

 

Y no me quiero escapar;

acá tengo comida,

un dueño no tan malo

y unos barrotes que me abrigan.

 

Pero la fatiga me apaga entero;

ya no encuentro la salida,

quiero volverme aventurero.

 

 

Encerrar al carcelero,

acabar ya con el miedo,

cavar en el suelo

o esperar por lo que quiero.

 

Y no quiero que esto sea en vano,

o creo que lo fue, porque ya lo veo claro:

me miré en un espejo y me di la mano,

al darme cuenta

de que no existía carcelero ni candado.