Hoy vi tu rostro
colmados de soles tus ojos
tu frente llena de salmos
mirabas de reojo
aves ibas irradiando.
Con una sonrisa
de perla iluminadora
con velas encendidas
en el árbol de la vida
tus dedos largos
¿Cómo habitarlos?
Hoy te vi
enteramente frágil
a pesar de tu fortaleza
y tu oleaje salvaje
la canela de tu voz
y tus letras hábiles.
Hoy te vi
en el silencio de mi tarde
cascabeles brillantes
en el entrecejo de tu ritmo
eres candil en esta parte.