Rafael Blanco López

Ciudad de los espejos

Caminamos entre vitrinas; cada mirada busca aprobación, cada gesto, medido, ensayado, como si el valor viviera en el reflejo.

 

La prisa nos viste a todos igual.

 

Nadie escucha; todos opinan. Las voces se amontonan en pantallas que brillan más que los ojos.

 

Hablamos de libertad, pero seguimos tendencias. Soñamos con paz, pero competimos por atención.

 

Y, en el fondo, hay un silencio cansado, un deseo de ser vistos: no por muchos, sino por alguien que sepa aun mirar.

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Rafael Blanco López

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