Elias Castellano

AL DESNUDO

 

Los pajarillos trazaban

alamares en lo inmenso

 

¡Y las nubes se apartaban!

 

¿Quieres venir a bordar

conmigo este manto verde

donde la luz de la luna

pinta caminos inermes?

 

¡Vente y le daremos vida

a lo que invade la muerte!

 

Yo dejaré que me guíen

los habitantes excelsos,

y con sus plumas haré

regueros de arroyos frescos

donde resbalen poemas

como cánticos de anhelos.

 

En este otoño se doran

las hojas de mis deseos

que el viento las lleva, y vuelan

sutiles por los senderos.

 

Yo soy un hombre que canta

a los días venideros,

sin rencor por las heridas

que me hicieron otros tiempos.

 

¿Si tengo muchas heridas?

Creo que todos tenemos.

 

Unos buscamos sanarlas.

Otros se meten el dedo

y contagian sus dolores

llorando de pueblo en pueblo.

 

Hoy me vestiré elegante.

Con corbata, con sombrero,

y el traje bueno que guardo

para cuando suba al cielo.

 

Y serán las golondrinas

las que guarden mis secretos.