La noche está en calma y yo esperando su mensaje para variar,
para saber qué hay de nuevo que me pueda contar,
que con sus palabras me logre inspirar,
y que la vida tenga sentido cada día más.
Jamás pensé que alguien abriera ese cofre tan oculto en mí,
que con un original apodo me hiciera reír.
Me hizo volar cuando apenas podía caminar,
cuando no quería seguir, cuando ya no daba más...
Ese punto donde guardo mis más sinceros sentimientos,
los tomaste sin permiso y sin fundamentos.
Un cofre que una vez juré guardar y no mostrar,
los que me hicieron hundirme en lágrimas cuando yo sólo quería amar.
Me lleno de miedos con sólo pensarle,
que de mi corazón no pueda sacarle,
pues me hace imaginar cosas fuera de esta vida tan común y vacía,
como si su alma tocara la mía.