Soñé acobijado entre sábanas
En inmundo repleto de pesadillas
Entre las cosas más inverosímiles y cotidianas
Que tus ojos me mostraban maravillas.
Soñé con tu mirada rauda y enamorada
Sin desdenes entre nuestras alegrías
fugaz llegó y sin esperarla la madrugada
Y te convertiste en la musa de mis poesías.
Desperté aún sin probarlos... con el sabor de tu boca
Gritando al viento enojado al conocer tal ilusión,
Gitana en tempestades que a mí pluma provoca,
Que me hizo arrodillarme y meditar en reflexión.
Me lamente por mil quinquenios impetuoso
Por aquel sueño lisonjero de mi juventud
Dónde aún guardo acallado y misterioso
Aquel sueños dónde simplemente estabas tú.