Sólo era sudor muy seco
impregnandose en el cuerpo
llamando los anticuerpos
para quedar en un hueco.
Donde quedaron los gritos
dónde están los improperios
guardados en cementerios
cómo en libros los escritos.
Se secaron los esfuerzos
dejando solo revanchas
en esos trapos tan tiesos
siempre gritaba a sus anchas
más nadie quedaba ileso.
Muerto sólo olor y manchas.
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Dr. Salvador Santoyo Sánchez
30/10/2025