Si el amor tuviera peso, podríamos hablar de kilos, de masa y volumen. Podríamos comparar quién ama más o quién ama menos.
Pero el amor está hecho de aire, de plumas ligeras y su destino es el vuelo sin nido ni alas.
El amor es abandono, perderse en la noche sin buscar el alba.
Como te amo a ti, sin casa ni lecho, desnudo y sin sábanas y con el solo peso de una mirada callada.