En la nada se pierden mis pensamientos,
que vuelan a la deriva con el viento;
y mi profundo silencio se vuelve poesía,
la que escribo en mi alma cada día.
Y es que en el vacío no encuentro una forma
de decir las palabras que rompen toda norma;
Busco aquella voz que no parece real,
para escapar de esta cárcel mental.
Y en aquel viento llamado olvido,
Se esconden los sueños que no he vivido;
Persigo memorias que el tiempo llevó,
Y sombras del alma que el mundo ignoró.