Rafael Riofrio Tacuri

La cruces del 15 siguen flotando

Guayaquil despertó con el clamor del pueblo,

obreros alzaron su voz contra los patronos,

pidieron justicia, pan y jornada de ocho horas,

el poder respondió con fusil y miedo.

 

Las aguas se llenaron de cuerpos y de nombres,

\"Las cruces sobre el mar\" marcaban su condena,

pero en cada ola vibraba una promesa:

la sangre derramada sembrará conciencia.

 

Cien años después, repiten la traición,

le llaman reforma al robo del sudor,

flexibilizan la vida, destruyen derechos,

y venden el futuro en nombre del imperio.

 

Los mártires del quince nos miran desde el mar,

sus cruces no callan, sus sombras nos reclaman,

no basta con llorar, hay que seguir la batalla,

porque la clase obrera no se postra ante el amo.

 

¡Levántate, pueblo, que el 15 no se olvida!

que ardan las calles con la fuerza rebelde,

las cruces sobre el mar serán nuestra bandera,

porque la dignidad se forja en cada combate.