Me duele el corazón en el recuerdo
reviviendo tormentas del pasado
fugaz, pesaroso y alocado
pasando de puntillas sobre el miedo.
Princesa de ojos tristes, luz del cielo
adalid que me infunde fortaleza
buscando en tu carita la belleza,
buscando entre tus pechos el consuelo.
Recojo las esencias de tus besos
que me das con tus dos labios traviesos
bosquejos de dulzura y esperanza
que me llega, me mima y que me alcanza.
Con frecuencia enfermiza yo navego
en un infinito mar enarbolado…
y a orillas de sus rocas yo naufrago
sin fe, sin esperanza sin sosiego.
Es por eso que siempre estoy buscando
un faro que me muestre tu camino
que ilumine mis pasos, mi destino
que me lleve a tu encuentro, deseado.