La vi llorar de tristeza,
la vi sufrir, como esclava,
mas sin embargo su emblema,
era querer con el alma.
La vi pensar, como piensa
el que, de amar, nunca para,
aunque le ronden tinieblas
que le atormenten su casa.
La vi luchar contra todo
con entereza valiente,
contra fantasmas y monstruos,
contra los déspotas reyes,
contra panteras y lobos
y desafiando a la muerte.