La sombra me persigue,
el alma ya no sigue.
Melancolía en el ser,
no hay fuerza para crecer.
El dolor es mi amigo,
un eterno castigo.
En la noche oscura,
no encuentro la cura.
Recuerdos que atormentan,
lágrimas que aumentan.
El corazón herido,
en el silencio perdido.
La vida se desvanece,
la esperanza decrece.
Un vacío profundo,
en este cruel mundo.
El tiempo no consuela,
la pena se revela.
En cada respirar,
el dolor, sin cesar.
La sonrisa fingida,
el alma oprimida.
Un llanto contenido,
un destino fallido.
En este mar de llanto,
no encuentro mi canto.
La melancolía reina,
y mi alma se enajena.