Carlos Baldelomar

+ OJOS TRISTES +

Hoy miércoles

me crucé con tus ojos

tenías una tristeza tan honesta

que mi propia pena

esa vieja compañera

se detuvo un instante 

a la orilla de tu mirada.

 

Fue entonces que entendí

la orfandad de las miradas

el abandono que duerme

en las calles de enfrente.

Y comprendí también

que esta puerta mía

que alardea de cerrada

en el fondo

es una invitación abierta

un simple intento

de ser refugio.

 

Y qué ganas tuve de cruzar

y de tomarte del brazo

y jugar a que vos criatura

justo vos

me necesitabas.

Pero a quién le miento.

A quién engaño con este cuento

de salvador casual.

Si tus ojos

que hoy se presumen tristes

son la excusa que yo

con mi soledad 

estaba necesitando

para decirte:

mirá

ya sin tanta vuelta

que si te hace falta

aquí tenés mi casa.

Aunque sepa

de sobra

que sos vos

la que vendrá, 

y así

sin querer

lo salves a uno.