La Choclada es más que una simple reunión;
es un ritual de camaradería.
Donde el choclo y la candola son símbolos de unión y amistad.
Entre preparativos frenéticos de ollas hirviendo,
choclos en espera y aromas embriagadores,
apadrinamientos, reyes mechones
Pero, como toda historia épica,
tuvo sus desafíos.
El gas, fiel compañero,
decidió rendirse ante una multitud hambrienta.
La noche pasaba entre choclos crudos, risas y tragos de candola.
A pesar de todo lo bueno y lo malo,
el verdadero valor no radicaba en la perfección,
sino en el vínculo que se forjaba entre amigos,
en la complicidad de compartir lo poco y lo mucho.
La Choclada, era donde la comunidad se abrazaba en torno al sabor de lo simple y el calor de la amistad.