El lema \" amar y servir a Dios y a España\"
algo tiene de tabor y de calvario.
Lo teme sin duda el adversario
y arde y penetra en la propia entraña.
Quien no lo hace suyo seguro que se engaña
o bien que se vendió por un denario
o que estúpido traidor y visionario
se exilió voluntario a tierra extraña.
Vosotros, aunque cambie el calendario
fieles a lo que hace tiempo ya juramos
seguimos igual que comenzamos
la marcha por el mismo itinerario.
Cambiaron ellos. Nosotros no cambiamos:
ni siquiera yo, que soy nonagenario.
BLAS PIÑAR
En su 90 aniversario