Lunes a las seis. Vida tirana,
replicas añoranza de semblantes al sol,
tras la prisión de una ventana,
pensamientos guardados en crisol,
déjà vu semana tras semana.
Oficina huraña y gris,
pasos llegan y se alejan,
mientras, atados al reloj,
contienen encierro de almas,
sin juicios, condenadas.
Ingenuidad rota en pedazos
al caer frente a mis ojos;
la realidad hueca y vacía,
esclavos sois de rutina,
con aparentes rostros libres.
¡Despierta! ¡Es el tiempo!
¡Respira y abre los ojos!
¡Son las seis! ¡Sal, corre,
grita, ríe, eres tú!
No quien te imponen.
Silvana Ibáñez
14/07/25