Es un tumulto la noche ostra,
costra del alma expirando palabras,
susurro de un disfraz con careta amarga
de realidad, cual trasluce luz opaca.
Se empaca la vida en andar por
sendas oscuras que nada divisa;
la divisa es cuestión aparte,
problemas del mundo,
gentil ambición que destripa.
Silencio con voces, lágrimas de perdones,
redención y condición perpetua de fe...
Golpes que transmigra la palabra, llegan
hasta el umbral de la maraña cerebral...
Nervios vencidos y por vencer,
venas de cautivante atardecer,
en una tarde invernalmente rojiza...
Sonrisa de placer y su gracia,
alegría en las voces que se oyen
dentro de un cofre ogro;
expirando palabras,
verbos que
se
desvanecen...
Es un tumulto la noche ostra...
Jaher